- ¿Me das un último beso? Necesito un último roce de tus labios...
- ¿Por que? Esto no es el final.
- Sabes tanto como yo que si, que no vas a volver.. ya me dejaste una vez, y no veo que ahora las cosas hayan cambiado...
Mientras me mirabas fijamente notaba por mi cuerpo esa extraña sensación de cuando sabes que vas a perder algo y no puedes hacer nada por remediarlo... esas ganas inmensas de echar a llorar, o a correr.. pero el miedo impedía el movimiento de mis piernas..
- No vas a volver.. ¡No me engañes otra vez!
- No llores, por favor...
No podía evitar odiarte casi tanto como te quería.. Habían pasado tantas cosas que ya no sabía a que aferrarme.. "Ni una sola lágrima más por él" me había prometido. Y en ese momento, con tus ojos clavados en los mios, era tan vulnerable, que apenas me acordaba de las promesas que me había hecho a mi misma..
- ¡Vete! ¡Vete para siempre! Pero no vuelvas a recordarme todo nunca más...
- No quiero que esto acabe así..
- Yo ni siquiera quiero que acabe, pero ya ves, parece que no puedo elegir...
Los gritos se mezclaban con las lágrimas... las miradas tristes con las sonrisas miedosas... los tortazos con abrazos...
- ¿Ves? Es que mira como eres... nunca vas a encontrar un chico que te quiera así...
Esas últimas palabras se quedaron haciendo eco en mi cabeza... Me quedé paralizada, como muerta... Analizando todas y cada una de las palabras que de su boca habían salido, esperando encontrar una forma de que no me hicieran daño.. "nunca.. vas.. a.. encontrar.. un.. chico.. que.. te.. quiera.. así.."
Cuando recuperé la conciencia, él no estaba a mi lado.. Como siempre..
lunes, 10 de marzo de 2008
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