martes, 25 de marzo de 2008

- Bájame una estrella -

Algunas noches no puedo dormir y entonces escribo un cuento o me subo a un merengue y grito tu nombre por si pudieras oirlo. Después cuento recuerdos y me duermo abrazada al más cercano. Al día siguiente recurro al método vulgar del teléfono y me siento a esperar. Me quedo colgada de una foto vieja o una carta amarillenta y arrojo el enigma a las estrellas, ¿dónde está? ¿que hace? y ellas contestan implacables: "siempe que eliges pierdes algo". ¿Merece la pena? Quizá, al final del camino encuentre la respuesta...

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