Y cuando yo acalorada, sucia y exhausta me dejé caer sobre tus brazos, tú me abrazaste.. Pensando por un momento que habíamos muerto los dos y estabamos en el cielo...
Y tenerte entre mis brazos me sentó tan bien... Cerré los ojos bendiciendo aquel momento sin poderme creer que estuvieramos juntos de nuevo...
La sed y el calor me habían secado la garganta y ni siquiera fui capaz de decirte lo muchísimo que te había echado de menos...
Te estreché entre mis brazos con fuerza, te cubrí de besos, hundí el rostro en tu cabello castaño y cerré los ojos porque sentí que se me llenaban de lágrimas... Tragué saliva, abrazarte de nuevo después de tanto tiempo era como zambullirme en un remanso de aguas cristalinas después de estar largo tiempo perdida en un desolado desierto...
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