No me estás haciendo caso de lo que te estoy diciendo, quiero que recuerdes lo bien que me iba la vida sin ti...
Una vez prometiste que lo harías la última vez, no me valen los despistes, aunque no te acuerdes bien... Sabes que fue triste... Y ahora estoy como antes, y ahora estoy como antes...
Sueños de revoluciones perdidas, soñaste que tú algún día esto cambiarías...
Fue duro despertar y encontrarte con esto, fue bonito pensar que todavía teníamos tiempo para destruirte el cielo todo el rato para ti, respirarmelo entero, y esperar a que vengas.. y esperar a que vengas... y esperar a que vengas para ir donde yo quiero ir... para poder elegir la muerte que prefiero...
Juntos sobrevivir aquel último invierno... Juntos sobrevolar y arrojar dinamita hacia el infierno... Sabiendo que es así nuestro final, quedando sonreir, tengo un presentimiento, que de repente despierto... Que por momentos me doy cuenta que en verdad es mentira lo que siento...
Cara empapada, de rodillas sin ver, levantar la cabeza para poderte comprender.. que son ciudades las que no arden como antes de volver...
Por dentro reventaré yo otra vez, las piernas no me podrán sostener... y mis suspiros se convierten en arcadas cada vez que intento volverme contigo a recorrer lagunas de este mundo que parece que aún sigue conmigo, y entonces.. entonces.. arcadas otra vez, arcadas otra vez...
Ni bombas, ni columnas de humo, ni víctimas, ni columnas de humo, ni bombas, ni víctimas, ni fuego... por los cielos.
Después soñé que la luz ya no perdía y aquel día de repente desperté dentro de una pesadilla... y cada noche siempre que dormía no he conseguido marcharme todavía...
Ni ruinas de cemento, ni salto hacia el abismo, la muerte que prefiero seguirá dentro de mi...
Y cada noche siempre que dormía solamente arcadas todavía... arcadas todavía... arcadas todavía...
miércoles, 8 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario