Todo lo que había entre nosotros era sexo, entendí. Y sin embargo, yo sentía nuestro vínculo como algo sólido e intenso. ¿Por qué? Porque los momentos que estaba con él los vivía amplificados: Una vez, la real, la que sucedía en el tiempo y el espacio; y muchas, muchas veces más: cuando repetía aquellos momentos en mi cabeza y revivía las cosas que hacíamos, su piel, su cuerpo, su vello, su sexo, su voz. Le sentía muy cerca, porque él pasaba mucho, mucho tiempo a mi lado, incluso cuando él mismo no sabía que estaba conmigo.
Cielo y Tierra, Luz y Tinieblas, Vida y Muerte, Caos y Orden.
domingo, 21 de septiembre de 2008
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