jueves, 17 de diciembre de 2009

Con la piel puesta...

Yo venía de tu otro cuerpo
a quedarme parado y mirarte, solo eso,
mirarte
y luego haremos el amor
y será divertido,
besarte, por ejemplo, cualquier parte
o la rodilla izquierda
o hacerme un tirabuzón con tu saliba
mientras cantamos canciones en inglés como si la letra pudiera ser una lluvia
y estaremos tirados todo el rato,
desnudos todo el rato,
aprendiendo a pasar el tiempo jugando con los dedos de una mano,
haciéndonos heridas,
escupiéndonos,
meandonos la vida por todas partes
y tu risa por todas partes
y en las paredes las cervezas vacías se harán fotos con nuestro sudor
y llamaremos al amor por su nombre
y follaremos despacio, vale?
porque tenemos todo el ritmo del mundo por delante
y nos comeremos las uñas de los pies
y al revés, nos llenaremos de semen
y yo bailaré palabras sobre tu ombligo
imaginando una sopa de letras con tus lunares,
tropezandome con tus costillas,
lamiendo cada cicatriz que me quieras enseñar sin desnudarte,
porque luego será otra vez otro cuerpo
y volveremos a inventarnos otra historia
en la que tú seguiras descalza
y yo seguiré tus huellas
y hasta los tejados se morirán de envidia
y nos pondremos a quemar calendarios,
a beber champán con los zapatos llenos de noche,
a saltar de cable en cable y de voz en voz
y dejaremos fotos intimas de nuestra osadía
en los buzones de la gente,
en los armarios,
en todas las carreteras que pisemos
y tú me harás un retrato
y yo trataré de agarrarte
te imaginas? tanta velocidad sin contar con nosotros
y nosotros yendo más rápido todavía,
una vida más que se nos ha ocurrido
y la partida nos grita: continue continue!!!
y no existen las preguntas
sólo las exclamaciones,
y todo será como una serenata de inquietos guitarristas llenos de electricidad
cantando te quieros
nos llenaremos de tequilas
y de luna
y veremos amanecer sin nada encima
como si el pasado no existiera,
como si las metáforas nos tomaran de referencia para toda su vida laboral
y habrá poetas que vendrán a mendigarnos versos
y nosotros seguiremos besándonos
con la piel puesta
y las lágrimas en la encimera
y todas esas promesas en una hoja de afeitar,
cuchilla en mano,
nos iremos pegando enfermedades,
compartiendo enemigos,
restregandonos los miedos del otro por las pupilas
y tendremos sucios los codos de tanto entendernos
y entonces sí
horizonte y futuro serán la misma palabra
mientras tú me coges por los huevos
y me aclaras todas las intimidades:
"o nos comemos el mundo
o nos vamos a quedar con hambre".

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