Aguantando la respiración para no olerle y volverse a enamorar, evocó todas las noches en las que había podido disfrutar de su compañía... noches con su calor que en este frío invierno añoraba tanto...
- ¿Sabes? El frío propensa el calor humano.. le murmuró ella
- Por eso me gusta tanto. Contestó mientras la guiñaba un ojo.
Ella no sabía con certeza a que se refería, si le gustaba el frío o el calor humano.. pero lo que sabía con total seguridad es que ya no podía hacer nada. Era totalmente vulnerable cuando estaba a su lado.. Pensó que lo mejor era dejarse llevar y emitió un fuerte suspiro, que a la vez que la alejaba de esos sueños, la despertó terriblemente asustada...
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