Siempre como tú querías, cuando tú querías.. hasta que tú querías. Este año no, esta vez me toca a mí.. asi que a partir de ahora así será, A MI MANERA...
Ha penetrado el invierno, llegó sin avisar y por ello no pude guardar tu recuerdo para que no se lo llevara el viento.. pero hice un gran esfuerzo, y aunque no fue fácil, pude esconder el brillo de tus ojos para que la lluvia no lo disolviera y me de fuerzas en este largo y nuevo año que me espera..
(Aunque ya sabes que sin ti todo es mucho más difícil...)
sábado, 22 de diciembre de 2007
jueves, 13 de diciembre de 2007
economía arbolística
Seguramente os hayais fijado en esos enormes y frondosos árboles... y en los otros tristes y tísicos...
*Primavera ven, y cúrame el invierno...
Sí, la naturaleza también es injusta. También hay pobres y ricos, los que sufren y los que no. En invierno lo comprobamos con esto, los árboles..
Mientrás los árboles ricos mantienen toda su fortuna en invierno, los pobres la pierden, perdiendo así la magia, la esperanza, tal vez la ilusión. Pero no todo es como parece, los árboles ricos podrán conservar sus hojas y parecer muy fuertes y elegantes, pero en verdad se pudren poco a poco por dentro, en el interior no son más que un alma triste, solitaria...
Ella era como un árbol pobre, en invierno siempre caían sus hojas, sus sueños, su ilusión.. pero luchaba los meses que durara, para seguir viviendo, luchaba y con mucho esfuerzo conseguía salir adelante. No es que fuera triste, es que a veces no la dejaban ser feliz.. No es que no tuviera fuerzas, es que el invierno se la habia arrebatado.. No es que se dejara morir, es solamente que ya no creía en sí misma.. los golpes, el frío, la soledad, el invierno, la lluvia, la maldad, las injusticias.. todo eso la había hecho cambiar.. pero aún así sabía que no era el final, que algo bueno estaba por llegar..
Ella era como un árbol pobre, en invierno siempre caían sus hojas, sus sueños, su ilusión.. pero luchaba los meses que durara, para seguir viviendo, luchaba y con mucho esfuerzo conseguía salir adelante. No es que fuera triste, es que a veces no la dejaban ser feliz.. No es que no tuviera fuerzas, es que el invierno se la habia arrebatado.. No es que se dejara morir, es solamente que ya no creía en sí misma.. los golpes, el frío, la soledad, el invierno, la lluvia, la maldad, las injusticias.. todo eso la había hecho cambiar.. pero aún así sabía que no era el final, que algo bueno estaba por llegar..
*Primavera ven, y cúrame el invierno...
miércoles, 12 de diciembre de 2007
principio
Cansada, tal vez frustrada por toda esta situación, todo lo que me supera se encuentra frente a mí.
Empecé una batalla con ilusión, y el mismo que me la dio, me la quitó al final, arracandomela como si me arrancaran lo más profundo de mi corazón... desde entonces no he vuelto a ser la misma.
Él era mi máxima y única inspiración, se fue y dejé de escribir, ya no sabía hacerlo, no podía... hoy aburrida del miedo incontenible que me llena, decido volver a escribir.. para volver a nacer.
Nuestra historia era una historia estacional, si, como las estaciones.. el invierno, otoño, primavera y verano, se van y vuelven.. y así continuamente. Pues exactamente así era nuestra historia, él se iba y volvía, como la primavera y las flores de los árboles. Yo en cambio era el río que espera el agua del deshielo y nunca sabe cuando va a llegar. Así vivía, en un estado de incertidumbre, pero al menos con ilusión. Hoy ha pasado tanto tiempo que esa ilusión ya no existe, creo que apenas existe el brillo de los ojos de quien le daba vida.. (Sí.. sus ojos, ya hablaré de ellos...)
Empecé una batalla con ilusión, y el mismo que me la dio, me la quitó al final, arracandomela como si me arrancaran lo más profundo de mi corazón... desde entonces no he vuelto a ser la misma.
Él era mi máxima y única inspiración, se fue y dejé de escribir, ya no sabía hacerlo, no podía... hoy aburrida del miedo incontenible que me llena, decido volver a escribir.. para volver a nacer.
Nuestra historia era una historia estacional, si, como las estaciones.. el invierno, otoño, primavera y verano, se van y vuelven.. y así continuamente. Pues exactamente así era nuestra historia, él se iba y volvía, como la primavera y las flores de los árboles. Yo en cambio era el río que espera el agua del deshielo y nunca sabe cuando va a llegar. Así vivía, en un estado de incertidumbre, pero al menos con ilusión. Hoy ha pasado tanto tiempo que esa ilusión ya no existe, creo que apenas existe el brillo de los ojos de quien le daba vida.. (Sí.. sus ojos, ya hablaré de ellos...)
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